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Unesco nombra a la talavera mexicana Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

  • Foto del escritor: Leonardo Antonio Islas Olavarrieta
    Leonardo Antonio Islas Olavarrieta
  • 12 dic 2019
  • 2 Min. de lectura

Desde hace seis siglos, las cerámicas estilo talaverano, de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo (España), así como las famosas cerámicas de Puebla y Tlaxcala, han sido una tradición compartida por ambos países. Ahora, dicha tradición ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, en una candidatura internacional de ambos países.

Este reconocimiento se otorga para la protección de una actividad artesanal que ha mantenido los procesos técnicos y creativos originales, solamente a excepción de la electricidad utilizada en hornos y otra maquinaria necesaria para su ejecución.

Tras el anuncio, la representante de México en la Unesco dijo que este tipo de cerámica «es la representación material de nuestra identidad, misma que es compartida con los artesanos de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo».

Esta tradición de convertir platos, jarrones y otros objetos en verdaderas piezas de arte proviene de España, de la ciudad de Talavera de la Reina, surgida del periodo de dominación islámica, pero llegó a nuestro país en el siglo XVI para adquirir identidad propia.

Durante el virreinato, muchos españoles se asentaron en el estado de Puebla, donde se desarrolló la Talavera Poblana. Hoy en día, los municipios que producen esta artesanía son Atlixco, Puebla, Cholula y Tecali. Además, en el vecino estado de Tlaxcala es producida en San Pablo del Monte. Este trabajo es protegido por una Denominación de Origen desde 1995.

La Unesco recibe anualmente cientos de candidaturas de los 178 Estados que ratificaron la convención, pero acepta considerar poco menos de 50.

Si bien el ingreso en esta lista les da un sello distintivo, la declaratoria es solo la parte más visible del proceso, cuyo objetivo final es la protección de la diversidad cultural frente a la creciente globalización.

Con información de El País y Expansión

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