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La leyenda de la mariposa monarca y el Día de Muertos

  • Foto del escritor: Leonardo Antonio Islas Olavarrieta
    Leonardo Antonio Islas Olavarrieta
  • 28 oct 2021
  • 2 Min. de lectura

Durante el mes de octubre, y con más fuerza los últimos días de este mes, el Día de Muertos comienza a anticiparse a través de sus colores, aromas y sabores.

La tradición mexicana es celebrada en todos los rincones del país, pero con mayor fervor en Michoacán, gracias al legado de los pueblos Purépechas.

Día de Muertos en Michoacán, una fiesta de tradición y alegría
Celebración del Día de Muertos en Patzcuaro, Michoacán, declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Pero esta alegre celebración coincide con la llegada de las mariposas monarcas a dicho estado, por lo que su presencia en el Día de Muertos guarda un simbolismo muy especial.

La leyenda de las mariposas monarca

Los purépechas, o p’urhépecha, son un importante pueblo indígena que habita en Michoacán, conocidos por sus costumbres y su arte plasmado en la música, danza, cerámica y madera.

Ellos consideraban que las mariposas monarca eran “el alma de los muertos”, por lo que interpretaban su llegada como el anuncio de la próxima visita de los difuntos a sus familiares, los días 1 y 2 de noviembre.

La leyenda reza que las mariposas, a quienes llamaban kolombrino parakaya, cargaban en sus alas las almas de los difuntos, ayudándolos así a visitar el mundo de los vivos.

Por ello, los ancestros purépechas decían que si el Día de Muertos una persona recibe la visita de uno de estos animales, se debe observar en silencio, ya que su aleteo susurra el mensaje de nuestros seres queridos ya fallecidos.

Sin embargo, esta misma leyenda fue replicada por otras culturas prehispánicas. Por ejemplo, los aztecas llamaron a las mariposas “Quetzalpapalotl” o “mariposa sagrada”, mientras que los otomí las llamaron “tümü”.

Las mariposas monarca viajan cada año desde Canadá y el norte de Estados Unidos hasta Michoacán y Estado de México, recorriendo una asombrosa distancia de más de 4 mil kilómetros.

En los bosques y reservas donde llegan pueden observarse troncos y racimos de mariposas por doquier. Ellas permanecen en estos sitios durante su hibernación, los meses de noviembre, diciembre, enero y parte de febrero.

Maravíllate con los majestuosos santuarios de la mariposa monarca en Michoacán

Si tienes la oportunidad de viajar a esta zona durante este período, podrás mirarlas de cerca, respetando siempre su hábitat temporal.

Vía Data

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