El origen del Zopilote en Cerro Prieto, Mexicali
- Leonardo Antonio Islas Olavarrieta

- 4 mar 2021
- 2 Min. de lectura
En 2016, la noticia de la “aparición” de un zopilote gigante en medio del volcán Cerro Prieto ‘revoloteó’ en medios de comunicación y noticieros de todo el país. Su gran tamaño y ubicación logró llamar la atención de muchos hacia ese desértico lugar, cumpliendo uno de los objetivos del proyecto que lo creó: darle vida al cráter.
Fue en 2015 cuando Juan Hernández, profesor de bachillerato y artes plásticos, propuso rescatar el centro del volcán Cerro Prieto, ubicado aproximadamente a 30 kilómetros al sur-sureste de Mexicali. Para ello, inició el proyecto “Cerro Prieto: Casa del Zopilote” o “Wi ñill: Wa? Shayii” en lengua cucapá, uno de los seis pueblos indígenas de Baja California.

A principios del siglo XX, el cráter del volcán Cierro Prieto era una laguna rodeada de vegetación, que era conocida por ser un ‘oasis’ para los viajeros del desierto. Sin embargo, la actividad de una planta geotérmica construida hace más de 40 años en la zona terminó por secarla al desviar el agua para su funcionamiento.
Aunque la planta es la principal fuente de energía del estado, comunidades aledañas han denunciado afectaciones en sus campos y en el ecosistema, pues la generación de energía geotérmica se obtiene mediante los vapores de la tierra. Además, debido a su abandono, el área era utilizada como basurero por habitantes de la zona.
Ante esto, Juan Hernández propuso rescatar Cerro Prieto con una propuesta que combina arte, cultura y turismo sustentable. A la iniciativa se sumaron más de 100 voluntarios, entre ejidatarios, estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California y la misma CFE, quienes se reunieron para limpiar el lugar, diseñar y trazar el ave en medio del cráter.

La elección del zopilote se debe a que, además de ser una especie endémica de la región, tiene un significado profundo para el pueblo Cucapá: simboliza la muerte y la purificación.
El trazo se realizó con piedra volcánica sobre la superficie. El zopilote es tan grande que puede observarse en imágenes satelitales. Mide 200 metros de largo con alas que alcanzan casi los 190 metros.

La confección de la figura también tiene un significado especial; cada parte del zopilote evoca a la vasta naturaleza californiana. Su cola apunta al río Colorado, la cabeza a la Sierra Cucapá, el ala sur apunta al Cerro Mayor y su ala norte al cerro del Centinela. El que alguna vez fue un cristalino lago, hoy en día se ha convertido en el hogar de un hermoso zopilote que vino a rescatar una zona natural de belleza inigualable.

En la actualidad, el zopilote de Cerro Prieto puede ser visitado, contemplado y fotografiado, al igual que todo el paisaje que lo rodea. Según habitantes locales, la mejor temporada para visitarlo es en el invierno, ya que es necesario caminar hasta la cima del cerro para apreciarlo. De igual manera, es posible admirarlo mediante diversos mapas satelitales y contemplar su grandeza.
Con información de Animal Político, MX City y Vía México




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