Conoce a las “abejas sagradas” de los mayas cuya miel es curativa
- Leonardo Antonio Islas Olavarrieta

- 19 abr 2020
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La abeja Melipona beecheii, o también conocidas como Jicote o ‘abeja sin aguijón’, es una especie endémica de Yucatán, México, criada por los pueblos mayas debido a las propiedades curativas y nutricionales de su miel.
Esta tradición, llamada ‘meliponicultura’ se practica desde la época precolombina, donde las comunidades mayas de esta región del país extraen la miel de la ‘xunán kab’ (señora abeja o señora miel, en maya).

En la cultura maya, las abejas meliponas son tan importantes que solían realizarse entre cuatro y seis ceremonias al año en su honor. En la mitología de este pueblo, las abejas fueron creadas por el dios Itzamná y la reina de la colmena se llama ‘Balan Cab’.
Como su nombre lo dice, las abejas sin aguijón no pican ni son venenosas, pero muerden cuando tratan de defenderse.
Desde tiempos ancestrales, la miel de estas abejas se ha utilizado como un producto medicinal. Entre las propiedades que se le atribuyen está el fortalecimiento del sistema inmunológico, para aliviar el dolor, sanar heridas, quemaduras y enfermedades. Incluso, es apreciada en la rama cosmética al ser utilizada en la fabricación de cremas y jabones.

Además, después de un estudio publicado por la investigadora Genoveva Ocampo, se encontró que dicha miel era utilizada por los mayas para trastornos del aparato respiratorio, digestivo y circulatorio, para aliviar enfermedades de los ojos, oídos, piel, boca y órganos internos, así como para calmar las fiebres y las picaduras o mordeduras de insectos y otros animales.
Las abejas meliponas trabajan incansablemente para producir miel, polen, cera y propóleo. Una colmena de meliponas produce cerca de un litro y medio de miel al año. Sin embargo, su proceso de producción es más lento comparado con el de las abejas europeas, que producen 30 litros al año. Sin embargo, su miel tiene un valor proteínico 50% mayor que el resto de las abejas.

Las meliponas también son importantes agentes polinizadoras. Su trabajo se encuentra en las selvas y bosques de la península yucateca, participando en la polinización de diversas plantas y cultivos de achiote, aguacate, café, calabaza, chayote, chile habanero, mango, pepino, sandía, tomate, entre otros.

Lamentablemente, el hábitat natural de estas abejas se encuentra amenazado por la deforestación y el cambio climático. Adriana Correa Benítez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, señaló que al deforestar selvas, manglares y no cuidar los espacios donde las abejas viven las ponemos en peligro de extinción, por lo que tenemos que cuidar el medio ambiente porque “las meliponas son las polinizadoras de la selva por excelencia”.

Con información de Tierras Mayas, Ciencia UNAMy Gobierno de México




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