Cocina tradicional, una de las mejores herencias de las madres sonorenses
- Leonardo Antonio Islas Olavarrieta

- 10 may 2021
- 4 Min. de lectura
Foto: Expreso
El sabor de los platillos sonorenses es el resultado de años de perfeccionamiento de sabores, técnicas y nuevos ingredientes que se integran para crear un sazón único en el mundo.
Con carne, chile, trigo, maíz, frijoles y verduras que crecen en clima árido, las y los cocineros del pasado lograron crear recetas continúan vigentes por su sabor y practicidad.
Aunque hoy en día el género no importa al momento de cocinar, en el pasado eran principalmente las mujeres, madres de familia, quienes se dedicaban casi de lleno a las labores del hogar. Gracias a su creatividad para crear platillos, muchas veces con lo que tenían a la mano, actualmente podemos deleitar desde caldos, guisados, frijoles refritos o maneados, salsas y más.
Es decir, ¿quién no adora un platillo en especial porque su sabor le recuerda al cariño de hogar, al amor de mamá? Y aunque en Sonora existan quejas cuando nuestras madres preparan caldos en verano, sin duda son sabores que quedan grabados en nuestros corazones.
Nosotros también podemos contribuir a que la cocina sonorense se mantenga siempre vigente, aprendiendo a cocinar las recetas básicas y a heredar este conocimiento a nuestros seres queridos.
Para comenzar, te compartimos cinco recetas, algunas de ellas extraídas del recetario “Cocina Sonorense”, de Ernesto Camou Healy y Alicia Hinojosa.
¡Provecho!
Chile colorado (salsa base)

Ingredientes:
20 chiles colorados (chile Anaheim seco)
¼ cebolla blanca
3 dientes de ajo
2 cucharaditas de orégano (opcional)
4 tazas de agua
Sal al gusto
Preparación:
Limpiar los chiles colorados, quitándoles el tallo y las semillas. Enjuagar en agua para retirar cualquier rastro de polvo o tierra.
Coloca los chiles junto con la cebolla, el ajo y la sal en una cacerola mediana junto con el agua y ponlos a hervir aproximadamente durante 15 minutos.
Cuando ya estén listos, saca los chiles, la cebolla y el ajo y colócalos en la licuadora. Agrega de una a dos tazas del agua de la cacerola (calcular dependiendo de la espesura deseada) y licúa hasta que quede bien molido.
Con ayuda de un colador de malla fina, cuela la salsa a otra cacerola para retirar restos de cáscara de los chiles.
Agrega una cucharadita de aceite a una olla y agrega la salsa de chile colorado. Guisa hasta hervir o hasta que el color se torne un poco más oscuro.
¡Listo! Esta salsa puede envasarse y congelarse para preparar recetas como enchiladas, nopales o carne con chile, chilaquiles y más.
Caldillo de machaca (cazuela)

Ingredientes:
¼ de kilogramo de machaca
5 papas medianas
3 chiles verdes
2 cebollas medianas
Un tomate grande
Un puré de tomate
Aceite para guisar
Sal al gusto.
Preparación:
En una olla, coloca el aceite y fríe las papas peladas y cortadas en cubos medianos.
Cuando estén doradas, agrega la cebolla cortada en rebanadas y los chiles verdes tatemados, desvenados y picados. Al final, añade el tomate y la machaca (puedes revolcar la machaca en harina de trigo para evitar que se fría demasiado).
Cuando las papas estén a mitad de cocción, agrega agua a la olla, después el puré de tomate y sal al gusto.
Hierve hasta que las papas estén cocidas y sazona nuevamente si es necesario.
Tortillas de harina

Ingredientes:
2 tazas de harina
1 1/2 taza de agua a temperatura ambiente
1/3 de taza de manteca vegetal
1/2 cucharada de sal
Harina para amasar y extender las tortillas
Preparación:
En un traste hondo, bate la manteca (a mano o con batidora) hasta que esté a “punto de nieve”, es decir, que esté blanda y ligera, con una consistencia similar a la de la crema batida.
Mezcla la harina con la sal y agrégala al traste con la manteca. Incorpórala manualmente hasta que los grumos de manteca sean lo más pequeños posibles.
Agrega el agua poco a poco. Puedes intentar agregando primero una taza de agua, calcular la humedad de la masa, y agregar un poco más si es necesario, hasta lograr que la masa esté blanda.
Cuando el agua esté integrada, amasa la mezcla en una superficie lisa con un poco de harina.
Forma bolas de masa de tamaño mediano, aproximadamente del tamaño de la circunferencia que se forma cuando unes tu dedo índice con tu dedo pulgar o dedo gordo.
Unta las bolas de masa con manteca vegetal y déjalas reposar por lo menos 10 minutos.
Extiende las tortillas con un bolillo y cocínalas sobre un comal caliente hasta que formen burbujas.
Cocido

Ingredientes:
1 kg de Pecho de Res
½ kg de papas
¼ kg de ejotes tiernos
2 tazas de garbanzos
4 calabacitas
3 elotes tiernos
1 repollo chico
1 coliflor
3 dientes de ajo
1 manojo de cilantro verde
2 tomates
2 cucharaditas de sal
3 litros de agua
Preparación:
Coloca la la carne picada en cubos junto con el hueso de costilla en una olla grande; añade el chile, la cebolla, el ajo, el elote, el garbanzo y los tomates. Sazona con sal al gusto.
Cocina con agua aproximadamente por una hora o hasta que este blandita la carne.
Después, agrega las zanahorias, los ejotes y las papas partidas en cuatro partes cada una. Continúa cocinando por 20 minutos más.
Finalmente, agrega las calabacitas, el repollo, la coliflor y el cilantro previamente picados.
Cuando ya esté todo cocido, prueba el sazón y agrega sal de ser necesario. Puedes añadir pimienta y consomé en polvo si lo deseas.
Sirve en platos hondos y grandes. Puedes agregar cebolla picada, cilantro y chiltepines.
Dulce de calabaza

Ingredientes:
1 calabaza grande (de aproximadamente 4 kilos)
1½ kilos de piloncillo (panocha)
4 rajas de canela
10 clavos de olor
¼ de taza de agua
Procedimiento:
Lava y se corta la calabaza en trozos de 8 cm. aproximadamente. Retira las semillas y las “barbas” o hebras.
En una cazuela grande, coloca una tanda de panocha desquebrajada (en trozos pequeños), canela y clavo; encima agrega la calabaza en trozos con la pulpa hacia abajo.
Después, agrega de forma intercalada otra capa de panocha y calabaza, pero esta vez con la pulpa hacia arriba, y así sucesivamente. Al final, agrega más panocha, la canela, el clavo y el agua.
Coloca la cazuela en la estufa a fuego medio, tapada durante 2 horas hasta que quede suave y enmielada.
¡Listo! Puedes servir tibio o como postre frío. Se puede acompañar con leche.




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