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Siete pueblos misteriosos y abandonados de México

  • Foto del escritor: Leonardo Antonio Islas Olavarrieta
    Leonardo Antonio Islas Olavarrieta
  • 29 ene 2021
  • 3 Min. de lectura

Fotografía de portada: David Ballesteros vía Flickr

Nuestro país cuenta con maravillosos Pueblos Mágicos, playas paradisíacas y otros sitios de singular belleza histórica y natural. Pero, ¿sabía que también cuenta con numerosos pueblos fantasma?

Algunos de los pueblos que a continuación se presentan tienen un peculiar encanto, producto del abandono de sus habitantes por motivos diversos.

Estos son siete de ellos

1. Guadalupe, Chihuahua

Quizás una de las ciudades fantasma más recónditas de México, Guadalupe solía ser una de las principales ciudades productoras de algodón del estado de Chihuahua. Actualmente cuenta con muy pocos pobladores, quienes permanecen ahí por vejez o tradición.

2. Ojuela, Durango

La ciudad de Ojuela, ubicada en la región noroeste de México, alguna vez fue una próspera ciudad minera, con yacimientos no solo de oro y plata, sino también minerales como manganeso y zinc. Sin embargo, una inundación dañó profundamente las instalaciones de las minas, lo que terminó por hacer que la población saliera del lugar. Actualmente, las ruinas son el principal atractivo turístico de Ojuela, con un impresionante puente colgante y antiguas minas en medio del desierto.

3. Cerro de San Pedro, San Luis Potosí

Al igual que Ojuela, San Pedro fue una ciudad minera con abundantes recursos gracias a la extracción de oro y plata. Sin embargo, a mediados del siglo XX ocurrieron protestas mineras en las que se exigían mejores condiciones laborales. Los trabajadores se rebelaron contra las empresas mineras, pero perdieron la lucha, pues las minas simplemente decidieron cerrar. Los mineros se fueron de la ciudad y pronto San Pedro se convirtió en un pueblo parcialmente desierto. Debido a su cercanía con la capital del estado, San Pedro aún es visitado por turistas y curiosos que suelen pasear por sus calles vacías.

4. Misnebalam, Yucatán

Se trata de uno de los pueblos fantasmas más famosos de Yucatán. Misnebalam fue habitado únicamente 100 años, de 1910 a 2010, cuando los últimos dos residentes que quedaban allí decidieron mudarse. La leyenda urbana afirma que Misnebalam está desierto porque el pueblo era perseguido y hostigado por un fantasma llamado ‘Juliancito’.

5. Guerrero Viejo, Tamaulipas

Hace aproximadamente 60 años, los habitantes de Guerrero Viejo se vieron obligados a mudarse para que Estados Unidos y México pudieran construir una presa que abastecería de agua a las ciudades de ambos lados de la frontera. Guerrero Viejo quedó varado entre las ciudades fronterizas, siendo hoy en día un lugar que aloja a migrantes que acampan allí en su camino hacia Estados Unidos.

6. San Juan Parangaricutiro, Michoacán

San Juan Parangaricutiro

A diferencia de muchos de los pueblos fantasma de esta lista, el motivó que causó el abandono de este pueblo fue la naturaleza misma y no los seres humanos. San Juan Parangaritcutiro dejó de existir cuando un volcán -el más joven de América- nació a unos cuantos kilómetros del lugar, obligando a los habitantes a buscar refugio en la ex hacienda Los Conejos. Hoy, todo lo que queda del pueblo son las torres de la antigua iglesia, un sitio que es visitado por turistas y amantes de la naturaleza.

7. Batuc, Sonora

Batuc, Sonora

Batuc, Tepupa y Suaqui fueron tres pueblos que se deshabitaron para abrir paso a la construcción de la presa El Novillo en 1964. En años de sequía, el nivel de agua de la presa desciende, dejando al descubierto la antigua iglesia de San Francisco Javier. Cuando esto sucede, antiguos pobladores de este lugar y sus familiares viajan para llevar a cabo una misa, actuaciones musicales, obras de teatro y, en general, una fiesta para recordar a su pueblo.

Batuc, Sonora

En honor al sacrificio de estos sonorenses, en Hermosillo existe un parque llamado “Plaza de los Tres Pueblos”, en el que se encuentra parte de la fachada original de la iglesia de San Francisco Javier, construida en 1758. En ella se colocó la leyenda: “A Suaqui, Tepupa y Batuc, que sucumbieron bajo las aguas de la planta hidroeléctrica Plutarco Elías Calles en aras del progreso del estado y del país”.

Con información de Sapo Viagens y El Sol de Hermosillo

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